Prioridades vs felicidad
Nos gastamos más de la mitad de la vida trabajando en pro de alcanzar nuestros sueños pero por más de que nos esforcemos descubrimos con el paso del tiempo que no hemos conseguido nada y que el índice de felicidad sigue exactamente igual o peor al momento en que decidimos emprender este precipitado proyecto, entonces nos sentimos sin ánimos de continuar con una frustración inmejorable en conclusión nos sentimos fracasados entonces uno trata de largarse del lugar así terminamos huyendo de nosotros mismos sin darnos cuenta que por más de que corramos nuestro peor enemigo somos nosotros mismos y aunque podamos vivir huyendo toda la vida de nuestros enemigos y logremos escondernos tan bien hasta el punto de no ser encontrados, desafortunadamente cuando tratamos de huir de nuestros miedos terminamos por huir de nosotros mismos, entonces irónicamente reconocemos que es imposible huir de nosotros mismos.
Terminando por reconocer que no queda de otra más que dejar de correr hacerle frente a la frustración y volver a comenzar, entonces en ese proceso de no construir una escalera tan larga hasta alcanzar nuestros sueños nos damos cuenta que siempre habíamos estado luchando en contra de la corriente no porque los sueños planteados carecieran de valor si no porque nunca tuvimos en cuenta que para alcanzarlos había que cumplir con ciertas prioridades y que por ende al cumplirlas seriamos acreedores de un sueño realizado.
Entonces llegamos a la conclusión de que nunca tuvimos claras las prioridades en nuestra vida y que obviamente nunca llegamos a actuar de forma acorde a las prioridades.
Y es que son dos cosas totalmente diferentes. Una es tener las prioridades bien definidas y La otra, muy diferente, es comportarse de acuerdo a estas prioridades.
http://www.youtube.com/watch?v=NiiOB7K88c4&feature=related
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El ex presidente de Coca-Cola, Bryan Dyson habló sobre la relación entre el trabajo y los compromisos, y dijo: -“Imaginen la vida como un juego en el que ustedes hacen malabarismos con cinco bolas que arrojan al aire. Son: el trabajo, la familia, la salud, los amigos y el espíritu. Pronto se darán cuenta que el trabajo es una bola de goma. Si se cae, rebota. Pero las otras cuatro bolas: familia, salud, amigos y espíritu, son de vidrio. Si dejan caer una de esas, van a quedar irrevocablemente dañadas. Nunca volverán a ser las mismas.
De ahí que hay muchas personas que tienen muy claras sus prioridades por ejemplo la familia pero a pesar de ser prioridad y de ser muy importante siempre en la práctica se ve relegada a un segundo plano o nivel de importancia donde la cumbre esta acaparada por el trabajo. Pues a pesar de que le gritan al mundo que lo más importante para ellos es su familia dejan que el trabajo los absorba de tal forma que aquello que valoran se va dejando, y dejando, y dejando... hasta que el daño ya es difícil de reparar.
Lo ilógico está en que la mayoría de las personas dicen tener claras sus prioridades sin embargo frecuentemente terminan violando su código de prioridades.
Y es que estamos tan condicionados con que para acceder a algo valioso debemos siempre intercambiar o sacrificar una cosa por la otra, que no nos damos cuenta que no tenemos que sacrificar nada en nuestras vidas y que podemos tenerlo absolutamente todo.
Todo depende de la actitud con que estemos dispuestos a enfrentarnos a la vida es por eso que las personas que alcanzan la felicidad y con ella cumplir sus sueños No esperan que la vida les mande buenas amistades si no que las cultivan.
No esperan por buenas oportunidades económicas les lleguen si no que las propician, Tal vez no sea sencillo, pero todo comienza con sentirse responsable y dejar de echar culpas.
Es necesario enfocarse en la recompensa, no en el riesgo. Manteniendo siempre la recompensa en la mente y solo así lograra vencer cualquier obstáculo.
Y ahora que ya sabe que lo puede tener todo, lo invito a que no se conforme con nada menos que eso viva su lista de prioridades a plenitud.